Siete Palabras de Jesús en la Cruz

Historia

La Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz nació en 1949. Su origen ha de buscarse en ciertos antecedentes que, felizmente conjugados, habrían de conducir al verdadero resurgir de la Semana Santa soriana. Durante los primeros años de la postguerra, algunos buenos sorianos, vinieron preocupándose de mejorar la pobreza, a todas luces indigna de una capital, que tenían los desfiles procesionales de Semana Santa y, con los pocos medios de la Cofradía del Santo Entierro, la escasa ayuda oficial y no pocos dispendios particulares, se introdujo alguna mejora en la única procesión del Viernes Santo por la tarde.
Así, durante los años 1946, 1947 y 1948 desfiló por las calles de nuestra ciudad la imagen del Cristo Crucificado que desde muy antiguo se venera en la Iglesia de El Salvador. De llevar este «paso» de encargaron ocho entusiastas jóvenes sorianos que son los verdaderos precursores de la Cofradía.
Tomando como ejemplo la Semana Santa zamorana y, entusiasmados con la idea de que en Soria existiera una verdadera Cofradía, que tuviese por modelo la de las Siete Palabras de la Ciudad de los Sitios, se diseñaron los hábitos, guión e insignias y se estableció un Plan General para su fundación como filial de la del Santo Entierro. Tras una reunión quedó constituida la Cofradía con los ocho precursores y la Juventud de Acción Católica, dejando las puertas abiertas para admitir a cuantos quisieran aportar su esfuerzo y su entusiasmo a la obra emprendida y se redactó un Reglamento que fue sometido a la aprobación del Prelado.

FUNDADA : 1949.

SEDE : Iglesia de el Salvador.

DÍA DE PROCESIÓN : Viernes Santo.

HÁBITO

Túnica y capirote: morado
Capa, cinturón y guantes: blancos
Zapatos y calcetines: negros
Este hábito es el utilizado por todos los Hermanos Cofrades a excepción de los Hermanos que llevan los faroles «Palabras» y las Cruces Penitenciales que lucen el siguiente hábito:
Túnica y capirote: morado
Sin Capa
Cinturón: oro
Guantes: blancos
Zapatos y calcetines: negros

LOS PASOS

CALVARIO DE LOS FLORINES
Componen este paso tres imágenes de distinto valor artístico.
El Cristo Crucificado es una hermosa talla, de tamaño menor que el natural, que a primera vista delata una mano maestra. No se sabe quien fue el artista cuya gubia tallo, allá por el siglo XVI, esta bella imagen de Cristo agonizante, pero algunos entendidos han visto en ella indicios que les inducen a creerla obra de Berruguete ó de algunos de sus discípulos.
Se procesionó en solitario los años 1946, 1947 y 1948.
Desde 1949 forma un calvario junto con las imágenes de la Virgen y San Juan (que son muy inferiores artísticamente) y componen un conjunto armonioso cuando sobre su trono dorado, recorren su camino hacia la Colegiata de San Pedro en la mañana del Viernes Santo, o son iluminadas por la luz de los faroles al caer la tarde de regreso a la Iglesia de El Salvador. Estas dos imágenes son de otra procedencia, tallas antes huecas y ahora bellamente completas y bien restauradas, son obra también de escuela acreditada castellana del siglo XVI.
La carroza es un verdadero mosaico de piezas acondicionadas en años sucesivos. A las primitivas andas, construidas sólo para el crucifijo, se acondicionó otro cuerpo mayor (dorado en oro viejo), al que a su vez, por la gran dificultad de transporte a hombros, se acopló un chasis metálico con ruedas neumáticas que va cubierto con un faldón en terciopelo morado con galón y fleco en oro.
Completan este paso cuatro grupos de tres faroles cada uno con pie de bronce

LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ
Desde el año 1999 y coincidiendo con las Bodas de Oro, se procesiona un nuevo paso dedicado a la Exaltación de la Santa Cruz, que es la fiesta titular de la Cofradía.
Se compone de una Cruz natural, en madera de haya, barnizada, inspirada en la Cruz presidencial de la Parroquia de El Salvador, que diseñó el escultor Vaquero Turcios. Cabeza y brazos van rematados con piezas de forja, artísticamente labradas. En el cruce del madero el Crismón de la Cofradía, repujado en latón dorado. También en latón repujado y grabado, al pie del leño vertical hay una replica de «llamas vivas» que reproducen el transparente de la fachada parroquial.
De los brazos cuelga el Santo Sudario, en tela de lino.
Delante y detrás de la Cruz, dos candelabros en forja artística con siete cirios cada uno, signo de la antigua ley.
De la plataforma-trono, surgen los banzos con adornos de latón incisos en madera; cuatro brazos, para veinte Cofrades-Costaleros, pues el Paso se procesiona a hombros, en turnos de veinte. Su peso es de aproximadamente 600 Kg. y cubre el vacío, desde el trono, un faldón de terciopelo morado.

PROCESIONES

Tras el Sermón de la Pasión celebrado en la Concatedral de San Pedro, a primera hora de la mañana, sale a las calles de la ciudad la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz. Partiendo de su iglesia de El Salvador, bajando la calle Numancia, comienza la procesión; deteniéndose en siete ocasiones con el fin de predicar a la ciudad, desde los balcones de costumbre, las Santas Palabras.
El itinerario seguido por esta procesión, tradicionalmente el mismo cada Viernes Santo, predica a la ciudad de Soria las Santas Palabras en las siguientes calles y plazas: I Palabra en Marqués de Vadillo con Ramón Benito Aceña (plaza de Herradores); II Palabra en la plaza de Mariano Granados; III Palabra en la plaza de San Esteban (Edificio Gaya Nuño), IV Palabra en El Collado; V Palabra en la Plaza Mayor (Ayuntamiento); VI Palabra en la plaza Fuente Cabrejas y VII Palabra en la calle Real (Ruinas de San Nicolás).
La Procesión de las Siete Palabras concluye a las 15.00 horas en la S. I. Concatedral de San Pedro, tres horas exactas desde su inicio, como símbolo del espacio de tiempo en el que Jesús estuvo clavado en la Cruz hasta su expiración.

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